LOS SIGNOS GRÁFICOS
En el
recorrido que hicimos como especie a través del tiempo, fuimos sintiendo la necesidad
de memorizar lo que íbamos aprendiendo. Primeramente emitimos sonidos (habla),
luego contamos haciendo asociación de palitos o piedras, o aún marcas en huesos
y madera, con los elementos de los conjuntos que queríamos verificar. A seguir,
fuimos necesitando registrar el conteo por la diversificación de conjuntos que
iban surgiendo, fruto de nuestro desarrollo social con las primeras
agrupaciones humanas en villas.
Figura 2 - Huesos de Ishango (35.000 a.
C.). (Disponible en: <https://www.educ.ar/sitios/educar/blogs/ver?referent=familias&cat=ed_blogs_cat_familia&id=122098>.
Acceso en: 21/11/2015).
A
seguir, el paso fue el de registrar el contaje y la firma de los contratos jurídicos
y comerciales que fueron apareciendo. Cuando empezamos a poner, a través de
símbolos pictográficos, nuestro nombre al final de los contratos en las tablas
de arcilla sumerias, los registros pasaron del contaje aritmético al
asentamiento de ideas (ideogramas). Este fue el primer paso que determinó la
escrita alfabética.
Figura 3 - Tabla de arcilla sumeria de
contaje numérico. (Disponible en: <http://www.emiliosilveravazquez.com/blog/category/un-recorrido-desde-el-comienzo-del-tiempo/>.
Acceso en: 21/11/2015).
Figura 4 - Tabla de contrato numérico
agrícola con la firma del contratante en la parte inferior separada por una
línea horizontal. (Disponible en: <http://goktugbeser.com/afisin-tarihcesi/>.
Acceso en: 21/11/2015).
En
principio, las tablas lo atestiguan, fueron esos símbolos ideográficos, luego
debido a la cantidad de información que íbamos obteniendo de nuestro mundo, nos
sentimos obligados a desarrollar maneras de documentar o registrar, de forma
más elaborada, lo que los grupos de fonemas significaban. Así nacieron los
signos, de las primeras asociaciones de sonidos o cuerpos fonéticos para una
representación gráfica que fuimos guardando en tablas de arcilla, luego en
papiro, etc.
Figura 5 - Evolución de la escritura. (Disponible en: <http://ocw.unican.es/humanidades/historia-del-proximo-oriente/modulo-1/resumen-del-desarrollo-de-la-escritura-cuneiforme>.
Acceso en: 21/11/2015).
Figura 6 - Evolución del
alfabeto fenicio, arameo y árabe a partir de la escrita babilónica. (Disponible
en: <http://timerime.com/en/event/1893251/Primer>. Acceso en:
21/11/2015).
La
sensibilidad humana nos llevó a algo interesante: que tuvo que haber en su
principio una sintonía entre los sonidos fonéticos y la expresión gráfica de
los mismos. Era menester, para que pudiéramos memorizar, que asociáramos lo que
decíamos con expresiones gráficas a través de signos, que al inicio fueron pictóricos,
dibujando los objetos que se explicaban con palabras habladas. De esta manera
se fue moldeando la escritura, con formas determinadas que iban dando
significado a las ideas. Así nacieron los "proto-alfabetos".
Figura 7 - Evolución desde las escrituras
fenicias, pasando por las moabitas hasta llegar a la hebrea. (Disponible en:
<http://www.proel.org/index.php?pagina=alfabetos/fenicio>. Acceso en:
21/11/2015).
Ejemplo
de lo que decimos es todo el bagaje histórico que consiguió sacar la
arqueología y que se encuentra guardado en los distintos museos esparcidos por
el mundo. La evolución de esos primeros dibujos fue la encargada de formar las
bases del más profundo alfabeto o proto-alfabeto humano, que aunque pictográfico,
guarda en su seno un verdadero misterio sobre la esencia de nuestro mundo y de
nosotros mismos: el proto-sinaítico que posteriormente derivó en el alfabeto
hebreo.
Figura 8 - Alfabeto
proto-sinaítico. (Disponible en: <http://www.aprendahebraico.com.br/infos/info03.php>.
Acceso en: 21/11/2015).
No nos
cabe aquí profundizar sobre este tema, pero sí fue importante para que nos
situáramos en el tiempo y que supiéramos que el fenicio, pasando por el hebreo,
probablemente ideados en las bases de las culturas egipcia y sumeria, es el
idioma original o matriz de todos los idiomas posteriores del mundo occidental,
y en nuestro caso, del español.
El
español o castellano escrito es un sistema de notaciones, o un conjunto de signos
gráficos que intentan simbolizar la grabación fónica, bajo reglas homogéneas,
de las ideas y la memoria del entender del grupo o grupos que lo hablan. Su
origen se dio en España y hoy son muchas las naciones que lo utilizan en todas
sus variantes, siendo en número de hablantes, el segundo idioma más usado en el
mundo.
Las diez
lenguas más habladas del mundo:
Lengua
|
Millones de hablantes
|
Chino mandarín
|
874
|
Español
|
358
|
Inglés
|
341
|
Bengalí
|
207
|
Hindí
|
258
|
Árabe
|
206
|
Portugués
|
176
|
Ruso
|
167
|
Japonés
|
125
|
Alemán
|
100
|
Fuente: Ethnologue,
1999/2009
La normativa que es adoptada sobre las reglas que se deben seguir para
una utilización adecuada del español las formula y aprueba la Real Academia
Española de Letras que actualmente y de acuerdo con la nueva reforma de la
ortografía de 2010, determina como signos del alfabeto español o castellano,
los veintisiete que representamos en el cuadro abajo:
Figura 9 - El alfabeto
español. (Disponible en: <http://lenguaeempalibertad.blogspot.com.br/2012/03/abecedario-alfabeto_09.html>.
Acceso en: 21/11/2015).
A partir del conocimiento de estos signos y
de sus combinaciones y permutaciones, es que se ha formado el código
lingüístico llamado "idioma español", que es todo un compendio de
información o una memoria gráfica y fonológica de la expresión de las ideas de
quienes lo utilizan, constituyendo algo místico en su esencia, pues ese aspecto
gráfico y el sonido asociado son mecanismos que intentan dibujar la manifestación
del entendimiento, trasmitiendo las energías del alma y manifestando el
sentir desde adentro, que tiene su raíz en el Jardín de El Eterno. Si bien
atrae mucho el carácter oculto y mágico que ofrece el expresar de un idioma, no
entraremos en esos menesteres aquí; con ese fin hay otros mundos teóricos y
académicos en los cuales, al adentrarnos, seguro que nos sentiríamos
"patidifusos".
REFERENCIAS
IFRAH, Georges. Os números: A história de uma
grande invenção. Tradução de Stella M. de Freitas Senra. 11. ed. São Paulo: Editorial
Globo, 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario